Galactus es mucho más que un coloso intergaláctico con casco estrafalario que amenaza con devorar la Tierra cada vez que le entra un antojo. Es una figura mitológicaun reflexivo del condición creativo de Jack Kirby, y un pilar fundamental de la mitología Marvel. Detrás de su imponente silueta no hay un rudo tradicional, sino un concepto casi teológico, una carnación de la inevitabilidad cósmica que mezcla ideas religiosas con algunos de los postulados más ambiciosos de la ciencia ficción. Y ahora, con el fresco tráiler de Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos dejando imaginar su sombra cósmica, merece la pena que hablemos de su importancia para la mitología de Marvel.
El enigma de Galactus
En el vasto y variado universo de Marvel Comics, pocos personajes despiertan tanta fascinación, y confusión, como Galactus. Su aparición suele ir acompañada de cataclismos, advertencias apocalípticas y una ineludible sensación de que la humanidad está a punto de ser aniquilada. Sin retención, aminorar a Galactus a la ritual de «rudo cósmico» es quedarse corto. Muy corto.
Galactus no es el Doctor Crimen. No es Ultrón, Thanos, ni siquiera Kang. Es otra cosa. Su presencia plantea preguntas incómodas sobre la moralidad, la supervivencia, el nivelación del universo y el papel de los héroes delante lo ineludible. ¿Es en realidad malo destruir un planeta si ese acto preserva la existencia de miles de sistemas solares más? ¿Dónde trazamos la camino entre el proporcionadamente y el mal cuando los escalones son galácticos?
Para entender a Galactus hay que correr mucho más detrás de lo que parece. Más allá de los días actuales del Universo Marvel, más allá incluso del Big Bang. Galactus, ayer de ser Galactus, fue Galan, un ser humanoide del planeta Taa, perteneciente a un universo precedente al nuestro. Cuando ese cosmos comenzó a colapsar, Galan sobrevivió gracias a una fusión con el Cosmos, una entidad abstracta vinculada al ciclo inmortal de crimen y renacimiento del universo. De esa simbiosis surgió Galactus, ya no como un ser vivo en sentido exacto, sino como una constante cósmica. Una especie de ídolo tecnológica cuya existencia está ligada al nivelación de todo lo creado. Su función es consumir mundos con energía vitalista para seguir existiendo, y con ello, permitir que el universo conserve su estructura a gran escalera.
La visión de Jack Kirby y Stan Lee
Galactus debutó en los números los números 48 al 50 de Cuatro fantásticosen su serie llamativo chaqueta, en una clan ya legendaria conocida como «La Trilogía de Galactus». Desde su primera aparición, el personaje rompía con los moldes habituales del rudo de cómic: no buscaba dominar el mundo ni conquistar civilizaciones por capricho. Galactus devoraba planetas para sobrevivir. Era una fuerza cósmica, más cercana a una ídolo o a un mito antiguo que a un contrincante tradicional.
Jack Kirby, creador croquis y conceptual de Galactus, y figura central en la historia del cómic, tenía claro que lo que estaba haciendo era poco diferente. No quería otro supervillano con capa y planes de dominación mundial. Kirby quería crear mitología. Y lo hizo. En sus propias palabras, recogidas por El intención kirbyel dibujante explicaba:
«Acudí a la Antiguo Testamento. Y creé a Galactus. Me encontré frente a esta figura colosal, a quien conocía muy proporcionadamente, porque siempre la había sentido. Y no podía tratarla como a cualquier mortal… y, por supuesto, Silver Surfer (Recuerdo Plateada) es el encanto caído. Galactus, en sinceridad, es una especie de dios. Está más allá del reproche, más allá de la opinión de cualquiera.»
Esa visión fue compartida con Stan Lee, quien puso palabras a muchas de las ideas que Kirby visualizaba. Uno y otro querían romper moldes. Galactus no era ni bueno ni malo, simplemente era. Como la crimen, como el tiempo. Una fuerza más allá de la comprensión humana. Kirby incluso comparaba su creación con los dioses griegos: «En cierto modo, es una especie de Zeus, que engendró a Hércules. Es su propia lema. Y él y Silver Surfer son leyendas modernas, diseñadas como tales.»
Galactus como entidad superior, no un rudo
Es obediente señalar con el dedo a Galactus. Llega, devora planetas enteros y se va. Pero esa conducta no nace del sadismo ni del deseo de poder. Galactus sin conquistano subyuga. Consume por requisito. Es una función del cosmos. Su existencia, por cruel que parezca, mantiene el nivelación. Es, desde cierto punto de aspecto, es una deificación de la entropíadel devenir cómics y el orden universal.
«Galactus, en sinceridad, es una especie de dios. Está más allá del reproche, más allá de la opinión de cualquiera.»
Jack Kirby
En términos filosóficos, podríamos aseverar que Galactus es una representación del «destino manifiesto» del universo: una fuerza necesaria, que no se puede detener. Su presencia obliga a los héroes a enfrentarse no a una voluntad malvada, sino a los límites de su propio código honrado y a someterse a un orden superior de acontecimientos para los que la voluntad y el mente poco significan. Y claro, ¿qué otra cosa es Reed Richards que la personificación elástica de la voluntad y el mente? ¿Hasta dónde están dispuestos a entrar Los 4 Fantásticos para librar un planeta cuando la amenaza no es un enemigo, sino una fuerza cósmica?
Historias como El Motivo de Reed Richards o El Anhelo han abordado desde las páginas de Marvel estas cuestiones con arte, mucho tiempo luego de que Kirby dejara para la historia mitologica de la editorial una de sus ideas más brillantes. En esta historia se refuerza esta idea de que Galactus no actúa como un contrincante, sino como una presencia ineludible que revela los dilemas éticos más profundos del universo Marvel. Galactus, simplemente, ocurre.
Ni siquiera un actor de la talla de Moebius se resistió a Galactus
El escasez insaciable: Una requisito cósmica
Galactus tiene escasez. Siempre. Y esa escasez no es un capricho, sino la consecuencia directa de su naturaleza. Es el tiempo, el colapso termodinámico, el fin de todo. Necesita consumir la energía vitalista de los planetas para subsistir, pero no lo hace con placer. Es su naturaleza. Galactus no consume por capricho, consume por requisito. Esa dimensión trágica lo convierte en uno de los personajes más complejos del universo Marvel. No es que quiera destruir civilizaciones: es que si no lo hace, muere. Y con él, se desequilibra la báscula del universo.
Aquí es donde entran en repertorio sus heraldos, figuras como Silver Surfer, Nova o Terrax. Seres que, en su mayoría, son elegidos (o seducidos) para recorrer el cosmos en rastreo de mundos que puedan alentar a su avezado. El caso de Silver Surfer es especialmente simbólico: un cromado encanto caído, como decía Kirby, que carga con el peso de la yerro y la pérdida, víctima de su propia compasión.
Impacto cultural y manda de Galactus
Galactus no solo es una figura central en los cómics de Marvel. Su influencia ha trascendido las viñetas y ha dejado huella en la civilización pop, en el cine, las series animadas y los videojuegos. Apareció en Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer (2007), aunque de forma decepcionante: pequeño a una abundancia espacial sin rostro. Una representación muy alejada del coloso majestuoso que dibujaba Kirby, pero que sirve para demostrar que Hollywood aún no ha sabido vislumbrar la esencia de este personaje.
Eso parece que va a cambiar pronto. El nuevo tráiler de Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos de Marvel Studios no muestra explícitamente a Galactus, pero sí deja señala su presencia. Un Gloria rasgado por fenómenos cósmicos, un silencio siniestro ayer de una tormenta… Todo apunta a que su presencia será, como leve, el gran eje narrativo de esta nueva incursión cinematográfica. Pero más allá del tamboril publicitariolo importante es entender qué representa Galactus para el UCM: el resultado de un esfuerzo creativo por trascender los moldes del cómic de superhéroes. Un dios tecnológico. Un aberración natural. Si Thanos era ineludible, Galactus simplemente es. Se proxenetismo de una amenaza para la supervivencia a la que ningún personaje del UCM ha hecho frente ayer. Una figura mítica diseñada por un actor que no solo dibujaba, sino que construía leyendas.
La mitología de los tecnodioses
Galactus representa una figura tecnodivina: su apariencia, mezcla de armadura de ciencia ficción y diseño casi egipcio, sus poderes ilimitados, su conexión con heraldos como el Silver Surfer, todo en él sugiere una presencia que trasciende lo humano. La noticia de tecnodios en Kirby implica que lo divino ha recogido una nueva forma en la era moderna: ya no se manifiesta en zarzas ardientes o montañas sagradas, sino en naves espaciales, armaduras titánicas, energía cósmica y estructuras abstractas. El tecnodios es una figura que reemplaza lo trascendente con lo tecnológico, o más proporcionadamente, que lo fusiona.
El tecnodios es una figura que reemplaza lo trascendente con lo tecnológico
Galactus no es un dios en el pleno sentido judeocristiano, ya que en principio está fuera de todo causa honrado; es una fuerza de la naturaleza que, sin retención, exige reverencia, fe e interpretación. Su sola presencia altera los títulos morales y espirituales de quienes lo rodean. Kirby estaba, en esencia, reformulando el jerga visual de lo divino. Las páginas de Fantastic Four funcionaban como su Capilla Sixtina. Y Galactus, como el Motivo Final, descendía desde los cielos no para castigar, sino para equilibrar el universo. Galactus no está solo. Forma parte de todo un panteón de «tecnodioses» que Kirby fue desarrollando a lo dilatado de su carrera. Entidades como los Celestiales, los Eternos o los Nuevos Dioses (estos últimos para DC Comics) comparten ese ADN de importancia cósmica, advertencia existencial, las religiones abrahámicas, unas gotitas de las teorías pseudocientíficas de Erich von Däniken y estética sci-fi que solo Kirby sabía conjurar.
Y entre todos ellos, Galactus brilla con luz propia. No por su poder destructivo, sino por la profundidad conceptual que representa. Un dios hambriento que no desea ser temido, pero no puede evitar serlo. Un recordatorio de que, a veces, las amenazas más grandes no son malvadas… solo son. Ahora que el Universo Cinematográfico de Marvel rastreo renovar su imaginario tras el final de la clan del Infinito, traer a Galactus al primer plano es más que una faena novelística: es un homenaje. Al cómic. A Kirby. Prepárate para la arribada de Galactus a los cines en Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos el próximo 25 de julio de 2025.
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