No sería descabellado afirmar que es la amistad más famosa de internet. Allá por 2015, Asif Raza publicaba en Facebook un peculiar montaje en el que anunciaba, con toda la seriedad y firmeza posible, que su amistad con Mudasir había terminado. Ahora Salman era su mejor amigo.
Sin ninguna intención de que eso sucediese, la imagen que tenéis sobre estas líneas y que habréis conocido ya en infinidad de ocasiones, se volvió virulento. Convertido en el meme más distinguido de Pakistán, Asif y sus amigos saltaron al estrellato mientras la familia les paraba por la calle para hacerse fotos y las marcas les llamaban para hacer anuncios de televisión. El trío eran la sensación de internet.
Qué pasó entre Asif, Mudasir y Salman
Cuando le preguntaban qué había pasado para dejar de ser amigo de Mudasir, simplemente respondía que el egoísmo y el orgullo habían provocado el enfado: «Fue mi amigo durante más de cinco abriles, pero se volvió muy egoísta, arrogante y orgulloso. No me dedicaba tiempo».
Un recelo que en verdad, pese a todo el alboroto montado, siquiera duró mucho más. Tras ser preguntado por la situación poco luego, Asif reconocía que ya habían vuelto a ser amigos, que estaba todo perdonado, y que ahora el colección de tres se encontraba más unido que nunca.
«Se enfadó mucho conmigo cuando publiqué su foto sin borrar su cara. Caldo a mi casa y le dijo a mi hermano que había publicado su foto sin borrar su cara y que no era buena. No quería perder a mi amigo para siempre, así que él me perdonó, y yo lo perdoné a él. Retomamos nuestra amistad». Pese al paso del tiempo siguen viéndose, pero lo más significativo de su amistad es que alguno se atrevió a ponerle precio. Uno inexplicablemente suspensión.
En 2021, aprovechando el auge considerable de los NFT, una plataforma online de Londres decidió entregar el meme. Tras ponerlo en una subasta pública, alguno decidió a avalar por la imagen digital la friolera de 20 fichas de Eteerum del momento. Si Asif, Mudasir y Salman decidieron cobrarlos entonces, lo hicieron embolsándose más de 50.000 euros. Si han esperado a hacerlo hasta ahora, siquiera deberían apenarse demasiado, siguen teniendo en su saquillo 27.000 euros por el montaje más pocho posible.
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