Se suele comentar que los juegos point and click clásicos han evolucionado en dirección a las aventuras gráficas contemporáneas, representadas por obras como La vida es extraña (o su más flamante y digno sucesor espiritual, Registros perdidos: Bloom y Rage). Personalmente, siempre he pensado que su ADN perdura más en los puzles típicos del Horror de supervivencia clásico y, sobre todo, en las propuestas tipo escape room que son cada vez más populares y, aunque su carga novelística suele palidecer frente al peso de los puzles, hay referentes maravillosos, como la serie La habitación o The House of Da Vinci. El distracción del que te hablo hoy encaja mucho más en este postrer peña, pero Amerzone: El Mandatario del Explorador encaja interiormente de este molde, pero la influencia de su autor es demasiado notoria como para dejarla al ganancia.
Uno de los intentos más honestos y exitosos de unir el pasado y el futuro del mismo fue, curiosamente, Syberia: el mundo antañola obra póstuma de Benoit Sokal. Por ello, quizás sea el espejo más acoplado al que se tiene que mirar Amerzone: El Mandatario del Explorador, no solo como examen de curiosidad, sino para apreciar el inicio y el final del camino como desarrollador del célebre intérprete belga.
El título de culto al que nos enfrentamos hoy no es, ni más ni menos, que Un remake completo del título que se lanzó en 1999, y que supondría el primer videojuego de Sokal. Amerzone: El Mandatario del Explorador ha tomado la robusto valentía de respetar por completo el condicionado esquema jugable del flamante, pero adaptándolo gráficamente a la época coetáneo, en su esperanza por apelar a un mercado que vaya más allá del hornacina afligido de jugadores… pero, ¿es suficiente? ¿Puede funcionar Amerzone: El Mandatario del Explorador como un videojuego valioso en sí mismo, y no exclusivamente por su enviado?


En Amerzone: El Mandatario del Explorador controlamos a un periodista al que han mandado a cubrir una historia curiosa: un anciano profesor de universidad, llamado Valembois, ha accedido a dar una entrevista en el faro en el que lleva abriles recluido; ha sido repudiado por toda la comunidad científica por un caso que envolvía a un misterioso huevo. Hablando con Valembois, nos contará que en 1932 fue un explorador que viajó a la remota tierra de Amerzone, donde no solo congenió mucho con los habitantes de la zona, sino que descubrió especies animales como el pájaro blanco, al cual veneraban.
¿Puede funcionar Amerzone: El Mandatario del Explorador como un videojuego valioso en sí mismo, y no exclusivamente por su enviado?
Sin requisa, con la intención de convertirse en un reputado investigador, traicionó a sus amigos y a la muchedumbre de Amerzone, robando el postrer huevo de pájaro blanco, aunque no salió como esperaba. En su vaguada de crimen le inunda el retractación por lo que hizo en el pasado y, sabiendo la terrible situación coetáneo de Amerzone, nos pide como última voluntad que retomemos su delirio. Tendremos que honrar su deseo, utilizando todos los datos de su investigación y devolviendo el huevo a Amerzonecon la esperanza de reparar parte de todo el daño que hizo.


De esta forma, desde el mismo faro, comenzamos a empaparnos de la jugabilidad de Amerzone: El Mandatario del Explorador: con una cámara en primera personavamos avanzando entre diferentes entornos tridimensionales, en los cuales estaremos quietos, siendo nuestra única tarea observar a nuestro cerca de e interactuar con todo lo que podamos (ya sea recogiendo objetos o información del entorno, en forma de cartas o anotaciones) antaño de avanzar al venidero punto de forma cibernética.

Ya desde esta obra, podemos ver en Sokal su interés por el costado más salvaje de la naturaleza, así como su pesimista visión de la humanidad; siempre ha sentido amor por la decadencia de las naciones, los estragos de la cruzada y los momentos más bajos de sus protagonistas, a los que no duda en sumir en el retractación y las dudas. Sus trabajos siempre están impregnados de una belleza melancólicatanto a nivel visual como sonoro, y es poco que igualmente está presente en Amerzone: El Mandatario del Explorador. Es increíble no sumergirse en su bello mundo, que transmite ese insoportable olor de la aventura en su prisma más clásica, pero con ese filtro triste característico del autor.


Como remake, estamos frente a una ocupación titánicaya que se han rediseñado por completo todas las localizaciones y escenas, dotándolas incluso de nuevo contenido y desenlaces diferentes de los del flamante en ciertas secuencias. Se sigue jugando exactamente igualbuscando objetos, resolviendo puzles y avanzando en nuestro flamante Hidroflot, un impresionante máquina que, por otra parte de hacernos comprobar tremendamente viejos a aquellos que reconocemos sus disquetes, puede transformarse en diferentes vehículos. En el flamante ya era uno de sus principales encantos (y se notaba la fascinación que el autor tenía por él), y aquí sigue muy presente: el mantenimiento del Hidroflot, transformarlo manualmente, repararlo… es un compañero más del delirio y uno de los ejes centrales del título.
Hay una gran cantidad de mejoras de calidad de vidacomo un altruista sistema de pistas para que nunca nos quedemos atascados, unos tiempos de carga inexistentes, la posibilidad de saltarnos las transiciones entre planos, delirio rápido si encontramos el atlas de la zona… actualizan de forma muy eficaz la experiencia.
Amerzone: El Mandatario del Explorador es la mejor forma de inspeccionar el inicio como creador de Benoit Sokal
No cerca de duda de que Amerzone: El Mandatario del Explorador sigue guardando en su interior una propuesta mantenida y absorbente; sin requisa, siquiera puede escapar del peso de los abriles. Y es que, tanto su historia como sus puzles (a pesar de que entreambos aspectos han sido revisados, incluyendo incluso nuevos personajes), se sienten demasiado simples para los estándares actuales. Si correctamente hay muchas (trágicas) subhistorias que descubrir si nos fijamos correctamente en los escenarios, con un sistema de convento de información muy vistoso, la trama total carece del impacto suficiente como para ser el motor de la experiencia. Unido a unos puzles que, a excepción de honrosas excepciones, no resultan particularmente sorprendentes ni originales, hacen que Amerzone: El Mandatario del Explorador deba conformarse con ser una experiencia mantenida. De hecho, su remozado apartado esquema choca con lo convencional de su trama y desafíos, que no se sienten tan actuales como el resto del conjunto y hacen más evidente su antigüedad.


Encima, hay varios aspectos a nivel técnico que tienen ganancia de mejoría. A pesar de contar con los dos modos gráficos habituales, rendimiento y calidad, lo cierto es que el distracción presenta frecuentes bajadas de frames incluso en rendimiento, poco especialmente chocante teniendo en cuenta la naturaleza estática del título (incluso aunque el distracción se vea verdaderamente correctamente en muchos momentos). Incluso habría que darle una revés a la fuente de documento escogida para los textos de los menús que, si correctamente es una remisión directa del flamante y tiene su encanto, a veces roza la barrera de lo ilegible.

Amerzone: El Mandatario del Explorador es la mejor forma de inspeccionar el inicio como creador de Benoit Sokal, uno en el que por otra parte se ven muy claras muchas de sus manías y obsesiones, y que mantendría hasta su última obra; por otra parte, no deja ser de un distracción cumplidor y divertido si te gusta la prisma más clásica del mercancías. Sin requisa, igualmente es un título incapaz de ocultar la inexperiencia de Sokal y los abriles a sus espaldas. Como prueba de una época, igualmente se queda cojo. Se podría ocurrir trabajador para incluir el flamante, comentarios del autor, más extras que arrojaran luz sobre su exposición flamante (a este respecto, se agradece el Media Book que incluye la publicación física que nos trae Meridiem, y que pone en valencia el diligente diseño de su mundo)… tal y como está, lamentablemente, tan solo es un distracción de hace 26 abriles con gráficos más o menos actuales, poco que quizás valga para los fans más nostálgicos del intérprete belga, pero seguramente no para el resto del divulgado potencial.
Amerzone: El Mandatario del Explorador funciona como resurrección de un distracción de culto de hace 26 abriles, con un apartado técnico totalmente renovado y coetáneo que, sin requisa, no puede lograr a ocultar por completo la enorme simplicidad de su trama y sus puzles.
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Amerzone es un país totalmente ficticio, con especies inventadas para la ocasión.
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Fue el primer videojuego de Benoit Sokal, mucho antaño de Syberia.
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Se juega en primera persona, desplazándonos entre entornos tridimensionales estáticos.
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Cuenta con varios modos de dificultad para sus puzles, y un sistema de pistas.
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Incluso tiene muchos extras en forma de lore adicional para apoyar una exploración concienzuda.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castelllano y voces en inglés
Duración: 7-8 horas
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