Aviso: Spoilers del capítulo 1147 del manga de One Piece
Los fans de Una cámara no paran de percibir disgustos. Tras los problemas aparecidos en el capítulo precursor, Eiichiro Oda pone en más aprietos a la tripulación de los Sombrero de Paja, que se encuentran actualmente en un callejón sin salida a menos que reaccionen de una vez por todas.
Tras intentar combatir contra los Caballeros Celestiales, al inicio de este capítulo hemos podido conocer que estos enemigos son inmortales, poco que ha pillado de imprevisto a la mayoría y que dificulta aún más la conflicto que hay en Elbaf. Tras esto, vemos cómo Nami, Brook, Usopp y Jinbei son atrapados por los Caballeros, que cada vez se meten más prisa, ya que no están muy seguros de que puedan escapar sanos y salvos con los niños frente a la posible arribada de Luffy.
Posteriormente, vemos cómo los gigantes siguen luchando contra las gigantescas criaturas nacidas de los miedos más profundos de los ciudadanos de Elbaf. Monstruos de todo tipo aparecen, pero la chispa que derramó el vaso para la tripulación de los gigantes no venía en forma de monstruo: las mujeres de los gigantes derribaron el barco sin muchos problemas, intensificando aún más la batalla para evitar que los jóvenes puedan salir de la isla.
Es aquí cuando, por fin, conocemos el cierto plan del Gobierno Mundial. Según cuentan los Caballeros, los niños serán liberados siempre y cuando los gigantes acaten una orden muy clara: molestar la biblioteca y el colegio de Elbaf, o lo que es lo mismo, deshacerse de toda la información sobre el Siglo Infructifero.
Jarul, el principal líder de la lugar, no sabía exactamente qué hacer, ya que eliminar todos esos documentos significaría borrar por completo un siglo que lo cambió todo en la historia de Una cámara. Sin bloqueo, en una última instancia, dos héroes toman la valor de enfrentarse de tú a tú con estos Caballeros Celestiales: Gabban de scoppermano izquierda de Roger, y Petirrojosobreviviente a la catástrofe de Ohara y sedienta de venganza varios abriles a posteriori. Por desgracia, habrá que esperar dos semanas para entender qué demonios pasará, no por alivio de Oda, sino por alivio de la Shonen Jump.
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