Un experimentación germano ha demostrado que las esferas de hormigón son baterías fantásticas, y ahora California está hundiendo una de 9 metros en el océano

Se le conoce como tesina StEnSeaviene del Instituto Fraunhofer de Hacienda Energética y Sistemas Energéticos, y promete ser la revolución que garantice el suministro de energía del mañana de una forma limpia, renovable y minimizando el impacto ambiental. Desde fuera, en cambio, simplemente parecen grandes bolas de hormigón que cualquiera ha dejado tiradas en el fondo del océano.

Tras realizar una exitosa prueba con una de estas esferas en el balsa Constanza, ahora el Gobierno Germánico y el Área de Energía de EEUU se preparan para una segunda prueba en las costas de California. Un tesina en el que primero probarán con una esfera más conspicuo de 9 metros de diámetro y, tras ello, saltarán hasta otra de 30 metros. Al entender su funcionamiento y potencial, lo de ir dejando bolas gigantes de hormigón hundidas bajo el fondo del mar empieza a cobrar sentido.

Almacenamiento esférico en el fondo marino

En efectividad el sistema es sorprendentemente simple. Con una profundidad de unos pocos cientos de metros, aprovechando aquellas costas con una irresoluto suave que permitan instalar la esfera con facilidad, las gigantes bolas de hormigón están huecas y cuentan con dos peculiaridades: un sistema de nutriente y una válvula con una turbina de bombeo.

Es todo lo que necesitan estas esferas gigantes para convertirse en unas baterías fantásticas. Al conectarlas a la red mediante un cable submarino, la electricidad generada por otras energías renovables extrae el agua del interior de la patraña, dejándola así vacía frente a la presión del agua que le rodea. Y así se queda, a la demora de que deba ponerse a trabajar de nuevo.

Cuando se necesita energía adicional, por ejemplo por la sombra cuando la energía solar no es suficiente, o cuando no hay vientos que faciliten el utilización de la eólica, la peculiar cacharros submarina entra en influencia. Al rasgar la válvula, la presión natural de estar sumergida a cientos de metros bajo el mar, hace que el agua al entrar gire la turbina y el procreador convierta esa energía mecánica en electricidad.

A los narcisistas les encanta repetir estas frases para herirte. Una psicóloga de Harvard te dice cómo debes responder ante los Lannister de tu día a día

Con una eficiencia de entre el 75 y el 80%, su gran mano está en el coste estimado de almacenamiento, de al punto que 0,046 euros por kWh. Por otra parte, la vida útil de estas esferas se estima en cerca de de 50 o 60 primaveras, siendo exclusivamente necesario cambiar los componentes mecánicos de la válvula y el procreador  cada 20 primaveras para avalar su valentísimo funcionamiento.

Al apuntar a esferas de 30 metros de diámetro estaríamos hablando de multiplicar por 27 la capacidad de este prototipo de 9 metros que está en camino, lo que abriría las puertas a unos parques submarinos de energía eléctrica que, encima de allanar mucho más la expansión de las renovables, se convertirían en la esencia para poder objetar a picos de demanda en momentos donde el resto de energías no parecen resistir.

Imagen | Gamestar

En 3DJuegos | China ha inventado una pila capaz de durar 50 primaveras: funciona con energía atómica y ya se prepara para resistir al mercado

En 3DJuegos | Elon Musk dice que toda la energía del mundo será solar cuando la concurrencia entienda la escalera de Kardashev

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *