Películas como El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, Braveheart o Gladiator pueden presumir de habernos dejado algunas de las batallas más épicas de ningún modo filmadas para cines. No solo acabaron siendo memorables por la intensidad de sus combates, sino todavía por algunos de sus diálogos. Este el ejemplo de la cinta dirigida por Mel Gibson que hará ahora, este nuevo mes de mayo, 30 primaveras.
Ya sea por la cantidad de extras que participaron en el rodaje, o por la exquisita y sangrienta representación de la lucha cuerpo a cuerpo de la contienda, los fans no hemos podido quitarnos de habitante casi tres décadas luego la número. Fue un 10, y lo fue entre otras cosas por las decisiones que Gibson tomó al recrearla aunque eso provocara alguna que otra crítica de los historiadores a su metraje.
Como os podéis imaginar, la todavía suerte de Arsenal Ofensivo se tomó bastantes libertades con Braveheart. Si proporcionadamente la peli buscó relatar la vida de la figura vivo de William Wallace así como la Primera Pleito de Independencia de Escocia, esto seguía siendo Hollywood y había que crear un drama capaz de entretener a las masas para recuperar (lo hizo) su costosa inversión de 70 millones de dólares. Todo ello, adicionalmente, en poco menos de tres horas de duración, por lo que hubo que comprimir y alterar varios hitos esencia de aquella historia, cambiar a varios de sus personajes, etc. Pero hubo modificaciones que llamaron suficiente la atención.
La equivocación del puente no fue por un descuido de Gibson
Una de ellas tenía que ver con la Batalla del Puente de Stirling que en el filme acabó siendo la Batalla de Stirling, sin más. ¿Por qué Gibson tomó esta valor? «No había puente no la habría hecho (la batalla) demasiado floja y yo quería hacer poco noble. (…) Admito que quizás distorsioné un poco la historia. No pasa ausencia. Soy cineasta, no un jodido historiador», expuso el director en su día a USA Today, reconociendo todavía sus libertades con la caracterización de los escocesesque no vestían kilts en esa época y muchos menos usaban pintura facial cerúleo.


Pero su equivocación de fidelidad no fue un impedimento para que muchos aún hoy la consideren una de las mejores secuencias de batalla vistas. Posiblemente en esto influyó el deseo de Mel Gibson no solo de hacer más noble el momento a nivel visual, sino todavía más claro: «He pasado muchas de estas películas con batalla y se vuelven un rollo», recordó en otra entrevista con Empire. «Lo dividí en arqueros, caballos, cuerpo a cuerpo y quién ocupaba la posición más incorporación y más depreciación. Todos estaban claramente delineadosaunque a menudo era el mismo peña interpretando papeles diferentes», añadió el popular cineasta en 2014.
Por cierto, la batalla siquiera se grabó en Escocia y con escocesessino en la vecina Irlanda, concretamente en la vasta meseta Curragh, donde se contó con la ayuda de 1.800 miembros de las Fuerzas de Defensa Irlandesas para aumentar el catálogo de extras de la película. Braveheart es una de las mejores películas de la historia para los usuarios de Filmaffinity y puede hallarse actualmente vía Max.
Vía | Alócino
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