Son muchos quienes han acudido a las redes sociales en estas últimas horas a recomendarnos ver varias series actuales que tienen un gran corte como eje central de su historia. La más obvia, por española, es la muy trascendental Corte de Rodrigo Sorogoyen y otros cineastas patrios que nos ponía en el peor tablas posible a nivel mundial por omisión de una tormenta solar. Y para todos aquellos que busquen poco más yanqui está Revolution, la fallida «heredera» de Lost producida por J.J. Abrams de la que ya os hablamos aquí. Yo hoy sin requisa quiero irme poco más detrás, hasta 2013: Rescate en L.A. de John Carpenter.
Sí, ya se que esta no es la primera película que debería venirle a la inicio a uno cuando piensa en un corte, pero lo cierto es que este es un hábitat con gran importancia en la trama. Pero no solo eso, en un momento legado del film, sobre el minuto 51, se pone directamente a nuestro país como ejemplo del increíble poder destructivo del armamento que «Snake» Plissken (Russell) debe recuperar. «Este máquina permite al favorecido apuntar con increíble precisión. Puedes señalar exactamente lo que quieres colapsar: un taxi de Buenos Aires o todo el circunscripción de España«, le explica al protagonista el bueno de Test Tube (Leland Orser). Más en detalle, en 2013: Rescate en L.A. se cuenta que orbitando la Tierra hay un anillo de satélites equipados con bombas capaces de liberar potentes pulsos electromagnéticos (o PEM) que dejaría frita cualquier máquina tecnológico en la zona donde se detone.


Extraño, ¿verdad? Teniendo en cuenta que ayer, durante varias horas, circuló una mensaje que situaba en el origen del gran corte en «un engendro meteorológico raro» no me extrañaría que más de un seguidor de la no muy querida película de ciencia ficción de John Carpenter se acordara de esta frase. ¡Yo al menos lo he hecho! ¿Estará de alguna forma Snake implicado en todo lo vivido este lunes?
No fue la mejor película de John Carpenter
Dejando detrás esta broma, lo que sí es cierto es que 2013: Rescate en L.A. no es precisamente el trabajo más elogiado de John Carpenter, más adecuadamente lo contrario. Con su producción el cineasta estadounidense, responsable de clásicos como La Cosa, se quiso atrever hacer una secuela volviendo al universo de 1997: Rescate en Nueva York 15 primaveras posteriormente del estreno de la peli de culto. Y la verdad, dudo que ningún fan no estuviera entusiasmado con ver una continuación de la cinta.

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2013: Rescate en L.A. nos permitía memorizar que había sido de Plissken y su mundo en una historia ambientada en un futuro no comercial y distópico donde Los Ángeles había dejado de ser la en tiempos remotos gran ciudad de la Coste Oeste de EE.UU. para suceder a ser, tras un conveniente terremoto de gran magnitud, una isla-prisión para todos aquellos a los que las autoridades fascistas del país tacharan de indeseables. En esquema, un circunstancia poco confortable en el que nadie se metería sin un buen motivo, uno que sí tiene nuestro protagonista, chantajeado por el Presidente para tratar de recuperar un dispositivo capaz de causar la aniquilación total. No suena mal.


Pero la larga aplazamiento fue un problema. Al verla, muchos espectadores la sintieron como un refrito, una repetición de lo que ya habían manido en la película diferente de 1981 y no poco tan fresco e progresista como aquel film. Así, muchos no pudieron evitar caer en comparacionesy cuando debes enfrentarte a 1997: Rescate en Nueva York no sueles salir muy adecuadamente parado. Ni sus personajes, ni su guion, ni la decidida desafío del director por meter más CGI estuvieron a la pico dejaron particularmente contento a la prensa y el divulgado, que no dudó en vapulearla.
Eso no quiere sostener que no hubiera nulo «rescatable». Las había. Por ejemplo su final. Aunque muchos lo sintieron poco coherente para el personaje de Snake, el guion y la interpretación del actor lo hizo todo tan épico que aún hoy me acuerdo de ese Bienvenidos a la raza humana con el que cerraba la película tras mandar de regreso hasta la Momento Media a todo el planeta Tierra cansado de las luchas de poder, poco que debió ocurrir legado paso a una tercera entrega que nunca vimos.
Y es una pena que no la hiciera (o que no se la financiaran más adecuadamente), ya que el largometraje, titulado con el nombre en secreto de Escape from Earth, nos había dejado ver a Snake Plissken en una gran aventura espacial. Pero bueno, aún seguimos teniendo Escape from New York y Escape from L.A. que podéis ver cuando os plazca actualmente en Filmin y SkyShowtime respectivamente.
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