A pesar de que descripción con el carnet de conducir desde hace casi 10 primaveras, lo cierto es que voy a tener suficiente difícil igualar la cantidad de horas que he conducido en los videojuegos frente a la vida auténtico. He estado a cargo de tanques, aviones, barcos, coches, bicicletas y motocicletas de todo tipo, pero lo cierto es que cada uno de los títulos te permiten sentirte como un versado a los mandos de cualquier trasto.
Microsoft Flight Simulator 2024 es un versado en la materia, pues con una serie de sencillas instrucciones puedes fliparte a lo Tom Cruise en Top Gun: Maverick. La idea detrás de los proyectos, ileso los simuladores, es avecinar el realismo de una tarea, pero con las facilidades propias del medio y sin que las disquisiciones técnicas supongan un impedimento para el disfrute. Y con todo ello, lo cual es habitual en la industria, se subida Days Gone Remastered como una pequeña excepción a la regla.
La aventura de Deacon St. John se merecía muchos de los palos que se llevó en su tiro en 2019, pues Bend Studio no estuvo a la cima exigida de un exclusivo de PS4. No me refiero a la calidad de su trama o la proposición de su mundo rajado, sino a una serie de errores y fallos en el apartado técnico que empañaban la prestigio de otros apartados. La puesta a punto de Climax Studios para PS5 es calibrado lo que necesitaba una franquicia que parece muerta, pero que nos dejó con ideas muy interesantes.
A donde vamos sí necesitamos carreteras
Las hordas eran impresionantes, sí, pero no puedo desmentir que mi fascinación se centró en todo lo relacionado con la moto del macarra protagonista. Repararla y mejorarla se convirtió en un ritual que disfruté hace cinco primaveras, aunque sin duda aplaudí hasta exasperarse la escazes de echar gasolina en el depósito. Asimilar que no siempre vas a poder pisar el acelerador cuando una amenaza zombificada se acerque genera una tensión enorme y se siente muy natural, ya que encaja perfectamente con el contexto de Deacon.
No hay ninguna facilidad a la hora de conseguir las herramientas necesarias para defenderse, ya que siempre es necesario suministrar activado el modo rapiñador para hurtar todo como un cóndor. Los edificios, granjas y cualquier punta vacía pueden ser lugares perfectos para hacerse con explosivos, machetes, munición… y el néctar de los dioses para los motores. De la misma forma que sucedería en un fin del mundo, la cantidad de gasolina no tendría sentido, y lo racional sería apelar a los pocos lugares donde se podría abrigar esperanza de conservarla.
Es aquí cuando Días pasados sí que manda parcialmente al carajo el realismo, ya que no tiene sentido que las gasolineras y los bidones cuenten con el preciado neto hasta el infinito, pero ir más allá con la precisión sí que resultaría en un incordio. Con todo, he realizado una ruta de un extremo al otro del atlas en mi partida importada, en la cual ya tengo todas las prestaciones posibles, y he recordado el pequeño tropiezo de Bend Studio. Llega un punto en el que puedes admitir a parte viajes enormes sin tener que repostar y el temor que sientes a no encontrar gasolina desaparece.
A pesar de ello, me he forzado a pincharse en gran medida el porcentaje para complicarme la travesía y aquí ha sido cuando he tenido que sacar a relucir la vieja técnica del punto muerto. Las cuestas debajo son una abundancia, mientras que cuando toca escapar de los lobos rezas para que la puntería de Deacon sea mortífero. Me encantaría que una hipotética secuela siguiese incluyendo esta mecánica que es inusual, pero no monopolio. Final Fantasy XV, Mad Max, Mafia y Engranaje superior son buenos ejemplos de ello, aunque su aparición no siempre está justificada.
No todo vale en el brainstorming
De hecho, entre mis amigos siempre hemos fantaseado con la idea de lo que sucedería si Rockstar Games decidiese añadir un depósito de gasolina en GTA 6; que hubiese que repostar, vamos. 2K con Mafia es lo más parecido en características al popular sandbox, aunque con la particularidad de que el repostaje era testimonial. Era prácticamente increíble quedarse sin carburante, por lo que alentar el motor no pasaba de ser una puntualización curiosa.
Pero, en cualquier caso, poniéndonos en el caso de que la sexta entrega de la clan sí que apostase por gasolina limitada, las consecuencias serían terribles. Cada detalle que se añade a un videojuego tiene que trenzar en consonancia con el resto de su contexto y si por poco se ha distinguido la franquicia es por la diversión desproporcionada. ¿Os imagináis quedándoos tirados en parte de la autopista? ¿Qué pasaría durante las persecuciones con la policía si la flecha del depósito se va hasta el cero? El realismo no siempre es igual a diversión y de hecho Gabe Newell siempre ha defendido que las pistolas virtuales no deben serlo.
Aquí hemos venido a recrearse, en el sentido más lúdico de la palabra, y sería un cortapisas tremendo para GTA 6 que la gasolina disminuyese. Patrocinar por la capricho de que el neto es infinito es muchísimo mejor que seguir explotando la vía realista. Estoy seguro de que Rockstar Games no ha iniciado ese camino y cualquier transporte que utilicemos en Vice City podremos pisar a fondo con él sin problemas. Y si todavía alguno quiere ilusionarse, la comunidad de PC siempre se encargará de crear el mod correspondiente. ¿Cuándo sucederá eso? Ni siquiera sabemos cuándo llegará a PS5 y Xbox Series X/S, como para atreverse a aventurar el futuro.
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