Por si no lo sabías, Bungie se encuentra en medio de un proceso sumarial por Destiny 2. El escritor de ciencia ficción llamado Matthew Kelsey Martineau interpuso una demanda contra el estudio en octubre de 2024 por copiar o tomar ideas de sus obras para la campaña del videojuego, concretamente la conocida como La Disputa Roja. El autor exigió una compensación por una infracción de derechos de autor. El documento oficial (gracias, TheGamePost) consta de 53 páginas.
Pero hay un pequeño problema con La Disputa Roja de Destiny 2: no está habitable desde hace primaveras. Se guardó en el infame Destiny Content Vault (DIT). A día de hoy no puedes juguetear la campaña saco del engranaje ni ninguna otra hasta el DLC Más Allá de la Luz. Esta cúpula digital se mantiene con la promesa de que el contenido almacenado puede retornar en el futuropero todo apunta a que es una mentirijilla (no es posible) oportuno a que el motor fue actualizado, como indicó PCGamer.
Es irónico que el propio Destiny 2 no sirva como prueba en el querella, porque eso supondría devolvernos la campaña saco y varias de cuota en DLCs, así que Bungie ha presentado varios vídeos de creadores de contenido, el más destacado es de My name is Byf: una obra de 10 horas que relata la historia del engranaje hasta La Forma Final. Mezcla imágenes, cinemáticas, gameplays y diferentes artes del engranaje. Es una auténtica maravilla.
El tribunal no tendrá en cuenta las pruebas adjuntas a la moción de desestimación del imputado y no convertirá dicha moción en una moción de querella sumario. No hubo tiempo suficiente para la ejercicio de la prueba y los anexos fueron presuntamente preparados por terceros. Su autenticidad no ha sido probada.
Bungie insiste en que «los vídeos adjuntos son la mejor forma de que el tribunal revise el trabajo de la recriminación». Pero el magistrado ha dicho que se pueden peinar con las +10 horas de gameplay que han presentado. Ha rechazado la moción porque ni hubo tiempo para revisarlo todo ni es el contenido innovador. Son vídeos hechos por terceros y podrían estar manipulados a su conveniencia. En epítome, que el querella continúa. El asunto no está carente de una ironía total: si aceptablemente el estudio prometió que no volvería a retirar contenido, la única forma de probar que su historia es innovador es devolvérsela a los jugadores tal y como la retiraron.
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