El corte demuestra por qué el formato físico sigue siendo imprescindible en los videojuegos

Ayer a las 12:33, sonaba por los altavoces de mi campo con un mensaje suficiente desconcertante: debíamos desalojar el establecimiento a causa de un corte inesperado de luz. Con la puerta principal cerrada con una persiana convertía la entrada en un lúgubre atisbo del tragedia, nos vimos pastoreados como un pavada de entidades confusas en dirección a la salida de emergencia con tal de alcanzar el foráneo, el cual mostraba que poco estaba ocurriendo, pero nadie sabía exactamente qué.

Y, si correctamente es cierto que pasé la tarde del corte sentado en el parque con unos amigos disfrutando del sol y echando una cervecita por si había que afrontar el fin del mundo desde la serenidad, hubo un momento en el que tuve que retornar a casa por pura menester cuando la ciudad se oscureció frente a la marcha de luz de farolas y semáforos. Por suerte, mi Nintendo Switch contaba con fila suficiente como para tener poco que me distrajera hasta que a las 22:45 se reestableció el suministro en mi judería. Poco que me dejó con una idea grabada a fuego en la vanguardia y que tiene que ver con la crucial importancia que sigue teniendo el formato físico en videojuegos.

Por qué el formato físico sigue siendo necesario en videojuegos

Estamos viviendo una época donde todas las compañías se están empeñando en hacer que el formato físico termine desapareciendo gracias a varios movimientos diferentes. Desde arruinar las ediciones físicas de los juegos haciendo que sean mucho más cutres que hace unos primaveras hasta dejar de dar soporte a tiendas donde los vendían de guisa habitual. Pero es que el corte de ayer evidenció lo necesario que es el hecho de que sigan existiendo videojuegos guardados interiormente de un disco metido en una caja que podemos tener físicamente en nuestra estantería. Ya no es solo una cuestión de conservación, sino de liberación.

Aunque correctamente es cierto que en una situación como la del 28 de abril es importante combinar poco por aquello de que no había cobertura o conexión a internet: no solo es importante que existan los juegos en formato físico, sino que tengamos la posibilidad de disfrutar de ellos sin la obligación de conectarnos a una red. Al fin y al extremidadsi compramos un pasatiempo deberíamos poder hacer uso de él tanto como quisiéramos sin limitaciones de ningún tipo…¿no?

¿Son verdaderamente nuestros los juegos digitales?

Si correctamente es cierto que la propiedad sobre los juegos digitales ha sido muy debatida desde hace primaveras, lo cierto es que aún hay mucha masa que se sorprende al enterarse de que, efectivamente, muchos de los títulos que compras de guisa supuesto son tuyos, pero no puedes hacer lo que quieras con ellos Poco que se ve especificado en la letrilla pequeña de algunas tiendas y servicios (ocurre prácticamente con todas); lugares donde se establece, por ejemplo, que no podrás poner en herencia tu cuenta a otra persona cuando muerassugiriendo que las compras que has hecho con la misma no te pertenecen del todo.

Esto es uno de los principales puntos en contra de los videojuegos en digital con respecto a los que están en formato físico: siempre y cuando tengas un disco que no requiera conexión a internet y una plataforma que lo soporte, nadie te impedirá disfrutar de ellos llegado al momento. No obstante, una de las principales quejas que se escuchan actualmente desde interiormente de la industria tienen que ver con los altos costes de explicación que tienen los juegos Triple AAA actualmente, donde muchos alcanzan presupuestos de varios cientos de millones de dólares.

Constando como una de las razones que las multinacionales usan como excusa para promover lo digital ayer que lo físico, lanzo la posterior pregunta: ¿qué tropiezo tengo yo como heredero que tú, empresa multimillonaria, no seas capaz de encargar el propagación de una megaproducción que no depende de mi? ¿Por qué tengo que cargar yo con los costes de un pasatiempo que ha sido un abismo de desarrollar? ¿En qué vanguardia junto a que nosotros, usuarios, que hacemos malabares para poder comprar determinados juegos sin que esto interceda con la (en muchas ocasiones) difícil tarea de salir a fin de mes seamos responsables del delirio megalómano de una concilio de directivos que no entiende cómo funciona el sector?

Cómo enterarse si un pasatiempo funciona sin conexión a internet

Tal y como mencionaba al principio de este artículo, el corte del 28 de abril puso en evidencia el formato digital con respecto al físico por una dualidad que saltaba a la instinto: los títulos almacenados en nuestra cuenta se convirtieron en pisapapeles virtuales por no tener conexión a internet, mientras que los que teníamos en disco o cartucho fueron una utensilio de distracción muy potente frente a la delicada situación de inquietud e incertidumbre que mucha masa atravesó al irse la red (básicamente, porque muchas zonas tenían luz, pero no cobertura).

Esa es la razón por la que, para rematar, quiero compartir con vosotros y vosotras una utensilio gratuita que nos permite conocer dos detalles sumamente importantes con respecto a los videojuegos que tengamos en nuestra estantería y la posibilidad de usarlos en circunstancias inusuales. Se comercio de una web que dictamina si un pasatiempo puede jugarse sin conexión a internet y si hace desidia o no alguna descarga para poder instalarlo. La página en cuestión se candela ¨Doesitplay¨ y os dejo con su enlace directo aquí debajo:

Quizás lo que voy a asegurar sea evidente para mucha masa pero, si tenéis opción de comprar un pasatiempo en físico, hacedlo: los títulos salen más baratos y perpetúa la idea de que podamos tener este formato como opción en el futuro con tal de que no termine desapareciendo. Sobre todo, de cara a no tener que reconocer completamente de muchas compañías, sus trivio pequeñas y podamos animarse por nosotros mismos cómo y de qué guisa queremos envidiar a nuestros videojuegos.