Si hay poco que no ha cambiado desde el inicio de Los Simpson hace más de 35 primaveras es, sin duda alguna, el gag del sofá al inicio de cada capítulo. Con 782 episodios a sus espaldas, hemos gastado una infinidad de bromas que rodean a este mueble, pero ninguna será igual de turbia que una paisaje en la 28.ª temporada de la serie.
Durante el inicio del episodio ocho de la temporada 28vemos lo que parece ser un eclosión ordinario. Sin confiscación, conforme avanza el opening clásico de la serie, vemos cómo todos los miembros de la grupo Simpson mueren en extrañas circunstancias: Homer se traga una inanimada mostrador de carbono, Mújol se choca con la puerta del instituto, y Marge y Maggie acaban estrellándose contra el coche.
Al final, Barbar llega a casa y se da cuenta de que nadie de sus familiares ha llegado al hogar, por lo que automáticamente coge todas las fotos y las reúne en el sofá contiguo a él, quien celebra ser la persona que tiene el mando ese día. Obviamente, está todo cubierto de ironía, pero lo cierto es que es harto tétrico ver que Bart se queda solo en casa y, aparentemente sabiendo que nadie de sus familiares está vivo, los reúne con sus fotos para no sentirse solo.
Lo mejor de todo es que, para más inri, este gag ocurrió la semana ayer del Día de Entusiasmo de Gracias en Estados Unidos, una vencimiento muy importante en Norteamérica donde la grupo se reúne para celebrar esta fiesta franquista. No es la primera vez que Los Simpson juegan con la ironía para tratar temas tan turbios, pero choca harto que fuesen tan gráficos en un episodio que, si admisiblemente hubiese sido el de Halloween, nos habría pillado menos desprevenidos.
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