Muchos son los actores o actrices que han recibido una enorme cantidad de patrimonio por aparecer unos pocos minutos en una película. Mark Hamill fue uno de los ejemplos más claros, pero otro que destacó por encima de todos fue Arnold Schwarzeneggerque se hacía de oro por cada palabra que soltaba en una de sus mejores películas: Terminator 2.
Tras el enorme éxito de la primera entrega, el actor estadounidense de origen austriaco cobró la friolera de 15 millones de dólares por convertirse en el T-800. Pero lo mejor no es esta suma, sino su rentabilidad, ya que tan solo pronunció 700 palabras en total a lo derrochador de las poco más de dos horas que dura la secuela.

Es sostener, que Schwarzenegger ganó unos 21.429 dólares por cada palabra que decía a lo derrochador de la película. Lo cierto es que esto tiene truco, ya que, si proporcionadamente no pronuncia demasiadas palabras, sí aparece activamente en la mayoría de escenas de la cinta, por otra parte de protagonizar buena parte de las secuencias de energía.
Aun así, resulta conveniente interesante que sufragar 15 millones para que una personalidad fría y, sobre todo, reservada como la de Schwarzenegger le haya surgido tan rentable a James Cameronya que la cinta recaudó más de 500 millones de dólares más o menos de todo el mundo y afianzó al cineasta como una de las figuras más importantes de todo Hollywood.
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