No existe un solo fan de Polvillo radiactivo que no conozca a los Necrófagos (Ghouls o demonios), unas de las criaturas más icónicas y malrolleras del universo. Están a medio camino entre seres inteligentes y criaturas, casi zombies, dependiendo del nivel de explicación de la necrofaguización. Los científicos han investigado mucho al respecto hasta el punto de obtener conversiones seguras y en poco tiempo, como hemos trillado recientemente en Fallout 76.
Pero… ¿De dónde demonios vienen los Necrófagos?, ¿cuál es su seguro origen? El consenso de todas las entregas (y la serie de Prime Video) es que la necrofaguización es una mutación que se da en humanos y animales correcto a la exposición intensa y prolongada con la radiación. Esto no implica que cualquiera que se exponga acaba convertido. Es un poco más enredado. Sin requisa, ¿dónde surgieron?, ¿son un evento imprevisible o lo provocó un intento premeditado?
Fallout 3 nos dice que los necrófagos son todas aquellas personas que lograron sobrevivir a las bombas y que no recibieron hospicio en los Refugios de Vault-Tec. Es una premisa que Fallout 4 y Fallout 76 han respetado en sus respectivos mundos. Si correctamente es un hecho canónico, su auténtico origen se remonta a mucho antiguamente de que Bethesda cogiese las riendas de este universo. Hay que retroceder hasta Fallout de 1997, más concretamente a la metrópolis de Bakersfield (California, Estados Unidos).
El primer origen de los necrófagos se sitúa en el Refugio 12. La empresa Vault-Tec vendió este refugio como uno de los mejores equipados en términos de comodidad e infraestructura y dieron ciertas recompensas por inscribirse. Y debía ser así, ya que sería un intento crítico para los estudios post-desastre nuclear. Era tan sencillo como aciago: se diseñó para que los conductos de atmósfera y la gran puerta principal no se sellasen correctamente… dejando entrar altas dosis de radiación sin que sus moradores lo supiesen.
Pensarás que no es para tanto en comparación con otros experimentos, pero te animo a replanteártelo. Imagina cómo debió ser para todos los habitantes del refugio tragar tanta radiación durante tanto tiempo y sufrir los mercadería de la misma. Uno a uno. Lentamente. Es un proceso premioso, extremadamente doloroso y que produce cambios radicales tanto física como mentalmente. Era un gran corro de personas que no sabía qué demonios estaba pasando. Sobra asegurar que el intento fue un éxito, tanto que Bakersfield pasó a llamarse la Ciudad de los Muertos o Enterramientos. Los Necrófagos formaron su propia sociedad, grupos e ideologías con el tiempo. Se formó una nueva raza.
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En VidaExtra | Llevo primaveras defendiendo que no puedas conducir vehículos en Fallout, pero empiezo a no tenerlo tan claro posteriormente de descubrir algunos mods
