Cuando hablamos de videojuegos, lo habitual de mencionar aquellos que nos apasionan. Todavía hay cierta tendencia en la presente a centrarse demasiado en las entregas que no nos gustan. Y solemos olvidar los más interesantes: el asociación que se mueve en la escalera de grises, el intermedio.
Toparse con uno de esos da mucha furor porque implican sentimientos encontrados. No es tan sencillo como instalarlos y ponerse a poner sin más. Esto alpargata videojuegos increíbles cuyos responsables llevan a final malas prácticas (crunch, monetización predatoria…) y multijugadores geniales que ya no son jugables porque no queda parentela, por ejemplo. Y hay más casos, como el protagonista de esta publicación.
Arc Raiders, sexo en el correspondido
Por si no lo sabes, el Tech Test 2 de ARC Raiders se encuentra en su recta final. Estará acondicionado hasta el 4 de mayo de 2025. Se prostitución de un extraction shooter (estilo Escape de Tarkov) en tercera persona de Embark Studios, responsables de La final y antiguos desarrolladores tanto de Campo de batalla como de Battlefront.
He cometido el error de interesarme por el tesina y probarlo tras solicitar un ataque por mi cuenta. Y lo llamo error porque tendría que haberlo ignorado como venía haciendo desde hace semanas. Se ha convertido en uno de los «juegos grises» que más daño han hecho a mi corazoncito. Me he enamorado de un videojuego que no puedo disfrutar, al menos no como me gustaría.
Tras echar cálculos de mi actividad durante los últimos días, he dedicado rodeando de cuatro o cinco horas a probar la Tech Test 2 de Arc Raiders y superado ampliamente 10-15 horas viendo vídeos de su canal de YouTube oficial, leyendo información y viendo directos en Twitch. Estoy muy asido, pese a que no he sido capaz de disfrutar la propuesta de Embark Studios. Sé que suena contradictorio y por esa razón le dedico unos cuantos párrafos.
Me encanta Arc Raiders: su lore y ambientación son muy interesantes. Me recuerdan a obras como Mad Max, Elysium, Invasión a la Tierra, S.T.A.L.K.E.R., Medida, Fallout y The Division. Si admisiblemente es un universo recién nacido, plantea cosas en realidad atractivas. Creo que tiene un potencial enorme de expansión. Ojalá Embark Studios sepa desarrollarlo siendo fiel a la seriedad y crudeza iniciales.
Todavía me ha sorprendido mucho su apartado primoroso retrofuturista. Recuerda mucho a los primaveras 80-90, especialmente a marcas como Atari y los salones recreativos clásicos. Y me gusta que los desarrolladores sean fieles al estilo en absolutamente todo: desde los cosméticos como la ropa y accesorios hasta las armas, que fielmente están creadas con restos antiguos y chatarra.
Esto no es un disección ni una previa al uso, así que puedo permitirme el ostentación de no ser tan intensivo a la hora de describir sus características. Por el admisiblemente de la síntesis, diré que me gusta todo de Arc Raiders… incluso su comienzo. ¡Oh, bendita comienzo!, ¡Qué cosa más chula e inmersiva! Y entonces seguro que te preguntas: «¡¿por qué demonios no puedes disfrutarlo, pedazo de anormal?!» Y totalmente justificada la faltada.
Es PVP. No es poco que me pille de sorpresa y he accedido a la prueba a sabiendas de lo que me iba a encontrar. Y sé que me arriesgo a la engaño y el desdén de muchas personas a proponer esto, pero no me gusta enfrentarme a otros jugadores. Ni siquiera cuando se prostitución de modos en el interior de experiencias PVE. Mis razones dan para una publicación independiente, pero baste proponer que tienen su raíz en problemas de vitalidad y bienestar. Y aun así lo he intentado… y puede que lo vuelva a intentar.



Arc Raiders ha sido una sorpresa preciosa, pero no ha tardado en convertirse en un trago tenuemente amargo. Porque pese a estar completamente enamorado de su universo y el gameplay en genérico, es esencialmente una experiencia que enfrenta a los jugadores (con momentos PVE) y no seré yo quien se queje o aspire a cambiarlo. Igual que los amantes del PVP tuvieron que echarse a un flanco en Helldivers 2, ahora me toca a mí con esta entrega.
Lo cierto es que estoy poco triste, porque la sensación no es muy distinta al sexo no correspondido. Sé que todavía puedo disfrutarlo mediante directos, vídeos y jugando cuando me apetezca mucho para seguir tanto su lore como el exposición. Pero verlo desde la barrera no es tan apasionante como vivirlo. Siento envidia (sana) de quienes lo hacen, porque frente a todo adoro es disfrutar plenamente de los videojuegos. Si algún día Embark Studios cree conveniente añadir una traducción o modalidad PVE, ahí estaré en primera fila como en Escape de Tarkov.
En VidaExtra | Esta ha sido la partida más dura que he jugado en Escape From Tarkov hasta ahora: una mortandad en un pasillo minúsculo
En VidaExtra | Estoy sacándome un curso de medicina para sobrevivir a los tiroteos de Escape From Tarkov: acoger balazos nunca me dolió tanto
En VidaExtra | Unos patos adorables se han puesto en modo Escape From Tarkov y son peligrosamente adictivos y muy violentos
