Hank McCoy es uno de los miembros fundacionales de los X-Men y su presencia en la Mansión Xavier siempre ha sido de gran ayuda, pero su apariencia no siempre ha sido igual. A pesar de que inicialmente tenía una apariencia humana con unas manos y pies desproporcionados, el mutante pasó más tarde a estar recubierto por pelaje celeste.
Esa es su estética más reconocible y la que le dio más sentido a su seudónimo Bestia, aunque en ingenuidad todo se trató de un siniestro. Todo comenzó a suceder a partir de los acontecimientos de Aventuras increíbles #11una colección dirigida por Gerry Conway y Tom Sutton que ofrecía un toque más complicado al universo de Marvel.
Hank abandona la disciplina de los X-Men para incorporarse a Brand Corporation, una corporación dedicada a toda clase de investigaciones de vanguardia, incluyendo la mutación genética. Precisamente sobre ello trabaja el personaje, consiguiendo aislar en una fórmula la causa química de la mutaciónpero se entera de que su director planea utilizarla con fines malvados.
Para evitar su objetivo, Bestia se toma el brebaje, provocando una mutación en un mutante y exacerbando sus características físicas. Es aquí cuando surge su aspecto animal y con un pelaje que fue corriente que perduró varios números. Hank no pudo deshacerse de la transformación, lo cual le obligó durante un tiempo a disfrazarse para no asustar a la masa. En Aventuras increíbles #15el pelo cambia a color cabreado y no fue hasta Avengers Anual #6 cuando se le mostró con todas las de la ley con el pelaje celeste.
Visualmente es tan llamativa su presentación de esta forma, que la mayoría de apariciones de Hank McCoy en series o películas ha sido con su apariencia más animal.
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