Enrolarte, resistir y, con poco de puntería, retornar de una alcoba. No solo para convertir la chatarra que te encuentras en armas y mejoras, sino para regresar poco mejor que la última vez. El concepto de Arc Raiders prácticamente se resume en apuntar a un mundo desolado, que se cae a trozos, y llenarte los bolsillos de tornillos, dispositivos mayormente escacharrados y, si hay suerte, planos para manufacturar. Manteniendo a tus amigos cerca y a tus enemigos a guión. Incluso a aquellos que no tienes claro de qué van y te dicen que vienen de son de paz. Extremo cuidado con éstos listillos, porque en este placer primero dispara y luego, si eso, se hacen las preguntas.
En Arc Raiders todo expedición en torno a la supervivencia, al hecho de examinar cada partida como si fuese la última atesorando todo lo que llevas puesto; pero que eso no te distraiga de lo esencial: estamos frente a el A, B y C de los extraction shootersy pese a que de antemano uno tiene la sensación de que Embark llega muy, muy tarde a la fiesta con respecto a otros juegos similares (entre otras cosas porque su primer retraso data de verano 2022), toca permitir que tienen las ideas claras. Te lo digo de primera mano porque ya lo he jugado. Porque he sobrevivido a sus peligros, he sucumbido a su crudeza y he trillado qué es lo que en realidad se cuece en este apocalípsis.
Lo primero que necesitas memorizar, y esto es esencial, es que Arc Raiders no es un looter-shooter. Siquiera lo pretende. Aprendes, a almohadilla de retar, a eliminar esa clase de remuneración heredada de otros juegos. A que no aparecerá un arsenal medio interesante en una de cada tres partidas y muy rara vez te encontrarás poco sorprendente al saquear los puntos de interés del placer; pero eso no significa que estemos indefensos frente a la adversidad: los creadores de The Finals han creado entornos amplios diseñados para explorar y saquear sin que bajemos la vigilancia ni un instante.
Primero, porque en cada partida de Arc Raiders corremos el peligro de perderlo todo. De entrar con lo puesto y regresar con una mano delante y la otra detrás al ser eliminados, lo cual a día de hoy no es que sea poco llamativo o una gran novedadpero es que -al igual que nosotros- el resto de jugadores son las verdaderas «piñatas» con hocico y patas de las que podremos sacar buenas armas, curaciones y presa. Es entonces cuando se manifiesta la auténtica naturaleza del placer: pese a que puedes retar en solitario, Embark alienta constantemente a que juguemos por equipo. No para que nos repartamos el poco presa, sino para adaptarnos mejor al peligro, las circunstancias y el entorno.
Porque, y aquí está la secreto, aquí la remuneración no está en la exploración y si encadenas dos o tres partidas no es por codicia. Olvídate de la esperanza de encontrar una escopeta medio prudente o una proyectil tras desplegar docenas de cajones y puertas. Llegado cierto punto dejé de iniciar partidas dando por hecho que volvería hasta hacia lo alto de presa, si es que no acababa derribado en el proceso, sino con la mentalidad de continuar con el crafteo que dejé inacabado en la almohadilla. Con la idea de seguir avanzando en los Pases de Batalla o desbloqueando opciones.
Otra cosa, claro, es que sobrevivas a un tiroteo te lleves una sorpresa en el proceso. Spoiler: no cuentes ni con una cosa, ni con la otra. Entonces, si el placer no te gratifica, tienes el 50% de posibilidades de perder lo que llevas y sus escenarios son tan crueles, ¿por qué retornar a retar una partida más? ¿O dos? Ahí, amigo catedrático, está todo lo que fundamenta la identidad de este shooter de cuna contra los peligros del entorno y otros jugadores y, a la vez, el gran desafío de Arc Raiders. Su prueba de fuego frente a la saturación del mercancías.
Si sales a la superficie, que sea con amigos. O gentío de la que te puedas fiar


Definirte lo más central de Arc Raiders es poco que se hacer rápido: es un shooter en tercera persona en el que se te plantean misiones que se desarrollan en escenarios con un denominador global: el mundo de la superficie se ha ido al carajo, pero los que han sobrevivido siguen necesitando tornillos, vendas y balas. Su aspecto hace más que cumplir. Nosotros además, que conste, pero adicionalmente necesitaremos armas y eso, te garantizo, será lo más raro de conseguir durante una partida.
¿Suena cruel? Al principio sí, pero la gran idea es que las armas, las verdaderamente efectos y las más letales, te las construyas tu mismo. O eso, o se las quites de las manos a algún que estiró la pata. Ya correctamente sea porque ha sido eliminado por un autómata, por otros jugadores o, como seguramente ya habrás caído, a nuestras manos. Y pese a que está la vía pacifista entre los jugadores, en todas las sesiones de placer que he tenido a lo dispendioso de días, y no han sido pocas, solo ha habido una única ocasión en la que otros jugadores han planteado una tregua y no han arruinado disparando en cuanto hemos querido seguir por nuestra cuenta. Repito: solo una vez.
El gunplay de Arc Raiders hace más que cumplir: es una extensión de la filosofía del placer en la que tienes que convertir los materiales en armas, piezas y mejoras; pero además en subir de nivel los árboles de tiento de tu personaje. De modo que al principio se te va a hacer todo cuesta hacia lo alto. ¿Y qué pasa si pierdes todas tus armas tras encadenar cinco malas partidas? De entrada eso es complicado que ocurra, pero en Embark lo tienen todo enlazado y ofrecen la posibilidad de salir con armas y equipo imprevisible. O, si lo prefieres, con objetos que no te va a dar reparo perder.
Por otro flanco, cada escena es enorme y, pese a que no hay ciclos de día y incertidumbre, hay variantes con diferentes enemigos y condiciones. Dicho esto, y pese a que no es un Battle Royale, todos los jugadores entran a la vez y se van eliminando entre ellos con un mecanismo muy simple: las zonas con el presa más rebosante -que no mejor- quedan señaladas en el planisferio desde el principio y las vías de cuna, ya correctamente sea a través de metros o desde ascensores blindados, quedan inutilizadas de forma progresiva.


De modo que en Arc Raiders podemos recogernos rápido y con los bolsillos poco llenos o arriesgarnos poco más a sabiendas de que el nivel de peligro de cada escena aumenta (al tener lugar determinado tiempo se despliegan los robots Arcs) y además es mucho más probable que nos topemos con otros jugadores. Tipos como nosotros que, de hecho, pueden estar interesados en lo que llevamos en la mochila si no han opuesto carencia de valencia. Lo cual no quita que haya un enorme empeño en ofrecer un mundo amplio que se presta a la movimiento, la exploración, el sigilo y, sobre todo, el combate táctico en equipos de tres.
En todo caso, Arc Raiders abraza su naturaleza de placer como servicio, pero no lo hace carencia mal. Hay diferentes Pases de batalla, aunque no tenemos claro si se podrán conseguir siempre a almohadilla de retar, con nociones estéticos sobrado resultones; pero lo fundamental es que es esa clase de placer que dominas y entiendes cada vez más y mejor mientras más horas inviertes en él. Creando esa dinámica en la que sabes muy correctamente cómo retar con amigos, dónde están las piezas más golosas o cómo sobrevivir a los enemigos del entorno. Poniendo energía en las sensaciones de supervivencia y cuna.
¿Suficiente para marcar una diferencia? Eso lo sabremos una vez los servidores de Arc Raiders estén abiertos a todo el mundo. Porque, como comenté al principio, los creadores de The Finals tienen las ideas claras y hay mimbres para conquistar que vuelvas. Pero no por la remuneración que te de el presa de una buena partida, sino por lo que habrás mejorado al retar diez, doce o vigésimo veces. Por esa sensación de supervivencia compartida con amigos, a veces entre risas y otras por deber regresado con un puñado de tornillos y una buena historia de la que dialogar mientras te preparas para tu próxima incursión.
Data de divulgación de ARC Raiders
Arc Raiders será decidido este mismo 2025 en PC, desde Steam y Epic Games Store, así como PS5 y Xbox Series X / S. No hay una plazo fijada, pero habrá fases de prueba online a las que es posible aceptar desde Steam o el canal de Discord. Por otro flanco, no se han establecido ni el precio ni siquiera las ediciones o si habrá poco parecido a un tradicional pack de bienvenida.
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